lunes, diciembre 31, 2012

Gobierno de la Luz


En memoria de mi Hermano el viento, que llega a donde yo no puedo.



"Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para siempre".
Salmo 30

"Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová,
y tome aliento vuestro corazón".
Salmo 31

He caminado las calles de la ciudad de México
En ellas he encontrado placer y gozo
Terror y asombro
El amor jamás me ha defraudado

Por las avenidas millares de voces
Hasta la represión, han protestado
Es el ánimo transformador
Habitando Reforma
En el cielo, millones de estrellas
Se desprendían por los cuatro rumbos
Estrellas que gracias a la nata de humo estéril
Que nos hemos construido como techo
Apenas se advertían, pese a todo
Radiantes magníficas manifiestas
Fueron son testimonio de los tiempos

Se hablaba del fin del mundo
Es cierto que Mateo 24
Nos advierte que ni los Ángeles
Saben del día y de la hora

De todas formas el Apocalipsis
Llegaba en Windows
Llegaba en Mac

Un cúmulo con otro enfoque de conciencia
Entiende esta era como el despertar
El amanecer del mundo
Que dará Paz a nuestros corazones
Ubuntu Nada para mí que no sea para los demás

El nuevo mundo nace de la solidaridad
Del entendimiento de la otredad
Como reflejo firme de la identidad misma

Don Juan dice que si tenemos un lado oscuro
Ese lado oscuro se llama estupidez
De otra forma ausencia de sensatez que
Lleva al conocimiento ó ausencia
De conocimiento que lleva a la sensatez

Que día de la Tierra ha dejado de ser propicio para entregarse al amor

Es cierto, una parte de mi se va a la basura
Otro yo nace y resplandece
En un instante en otra parte que no es el mundo
Y es el mundo y es magia
Más allá y más acá: somos


No es casualidad que este tiempo
Coincida en México
Con una presidencia vituperada
Ingenuo seguir considerando
Que una persona puede
Acabar o rescatar
El estado de las cosas
Es Dios
Es nuestra presencia
Lo que le da flujo al mundo
Nuestra decisión dedicación y acto

Es cada uno de nuestros pensamientos
Lo que da forma o deforma
La aldea que construimos

Pasamos el fin del mundo y qué nos queda
Abrázame y suéltame en el vacío te digo
En un gesto que busca transparencia

No existe el frío, no existe la oscuridad
Somos una mente que deviene del Reino
Semilla en la idea del Creador

Volamos, andamos, rugimos, cantamos
Bailamos, gritamos: ¡Somos la Luz del Señor!

Espejo de su justicia y de su belleza
En la calle he visto muchos y muchas
Que llevan esa luz tímida en el corazón
Ellos son más que los que portan
En su seño la maldad y la soberbia
Pero el ruido los ha llegado a distraer
Al considerar que cualquier objeto
Puede valer más que su brillo eterno

¿es este un despertar sincrónico?
¿un salto cuántico?

En fin se va el año
Como se van las luces de los automóviles por la calle

Se habla de la permanencia de los maestros
Si México no se compromete con la mejora constante
Si no isa la bandera de la entrega la lealtad la dedicación
La perseverancia para el bien de uno mismo que es mi prójimo
como llegará a ser el ejemplo mundial al cual está convocado
Quetzatcoatl, Águila Real que levanta la maldad de la Tierra 
En la morada de los cielos
Todos viven en la gracia de Dios

No existe el frio no existe la oscuridad
Existe la luz y el cálido abrazo
Paradoja que se desenvuelve
Antes de lo creado

Se va el año del fin del mundo

A los que me conocen saben que la muerte
A llevado a su tumba a mi hermano
Quien nace a la Eternidad y a la Gloria

Por Cristo
Que mi madre
Se colme de nietos
Donde renazca el espíritu
bondadoso de mi carnal

llévate año mis debilidades
llega a mi el gobierno de la luz 

Excelente 2013 
Tiempo del Creador 




domingo, octubre 14, 2012

Confieso que he perdonado




El rey sin instrucción arruinará a su pueblo, la ciudad se edifica sobre la prudencia de los dirigentes.

En manos del Señor está el gobierno de la tierra, a su tiempo suscita para ella al que conviene.
En manos del Señor el recto camino del hombre, él pone su gloria en el escriba.
Sea cual fuere su agravio, no guardes rencor al prójimo, y no hagas nada en un arrebato de violencia.
Odioso es al Señor y a los hombres el orgullo, para ambos es un yerro la injusticia.
La soberanía pasa de una nación a otra, por las injusticias, las violencias y el dinero.
[Eclesiástico 10]



La noche que mi hermano falleció el cielo se arrojaba magnífico, la luna rebosaba a plenitud en su vestido blanco, “contesta, Alán murió”, decía el mensaje en el celular. Era mi Madre quien lo escribía. Una pésima broma, le había sucedido un accidente y estaba grave, era lo que pensaba al leer aquel mensaje a las 6:16 de la mañana.

¡No, carajo, no!, grite al soltar visceralmente un puñetazo a la puerta de la habitación; tomé un suéter y me apuré. Al salir, la luna estaba ahí: llena e impoluta. A su alrededor flanqueaban radiantes las estrellas de aquella madrugada ejemplar.

Hermano, te atropellaron en la calle que pasa frente a la casa donde crecimos juntos. Recuerdo tu sonrisa desde que eras niño. Cuando fuiste creciendo, esa fuerza que te caracterizaba, hijo de Dios, se arrojaba a mi carácter concentrado en el destino de la Luz. Si la vida importa, es porque has de ser impecable, te decía siempre. Es el valor de defender lo que eres, aquello que le da mérito al mundo. Defender la verdad de lo que sientes y expresarlo, te decía y tu me escuchabas; y eso era, es y será de un valor tan grande como tú espíritu eterno.

Yo sabía que entendías pero no comprendía cómo lo aplicabas. Hasta ahora lo entiendo Pez, Marciano, Trino. Lo había visto sin ver. Al velarte, más de tres hermanos se acercaron a mí, apretando con el puño los botones a la altura del corazón: ésta era su camisa, de verdad, lo siento mucho, mi más sentido pésame; expresaban tus amigos antes de extenderme un abrazo en búsqueda de tu fortaleza.

Cuando llegué frente a la calle donde vivía José, mi Madre se encontraba doblada, la tía Tere la abrazaba, la oscuridad aún permeaba la calle, una perrera cerraba el tránsito ausente y una sábana blanca cubría tú estampa. Con una máquina y por la espalda. Lo atropellaron, se alcanzaba a escuchar entre el llanto de mamá. Nunca te voy a soltar, fue lo único que atine a decir.  

¿Quién fue? le pregunté al uniformado como si de verdad ahí pudiese encontrar respuesta; ahora trato de recordar y no sé de dónde salió el nombre de Deborah, sin pensar caminé a su casa. En una esquina de la Escuela Nacional de Homeopatía grité, aquí hay un zapato, es de mi hermano, márquenlo por favor.

Era sábado y todavía no eran las siete de la mañana, en la casa de Deborah había reunión, toqué con fuerza la puerta; es su hermano escuché que desde dentro se rumoraba trás un prolongado silencio; cuando entré me di cuenta que estaban casi todos, El Simpson, El Tele, La Pepita, en total, había más de diez en aquella sala.

Al chile no sé carnal, decía el Tele, todos los demás guardaban silencio. Yashani es la que sabe, aseguraba Deborah. Estaban cotorreando en frente de la Casa de Toño, dijo después el Simpson, yo estaba en mi casa y los vi desde la ventana, se iban a madrear con los de una camioneta roja. En menos de cinco minutos, por un azar incomprensible, Yashani le marcaba a Deborha, esta acá afuera, viene para acá.

Fue El Suave, dijo Yashani sin chistar; ¿Quién es ese Suave? pregunté a los reunidos, es El Lalo, precisó uno de los presentes, el de Torres. ¿Saben dónde vive? Sí, me aseguraron; vamos, les apuré. Espérate no vayas a hacer una pendejada dijo La Pepita, mejor ve con una patrulla. Fue entonces cuando conocí al agente López. Regresé al epicentro de la pena;  y ya estaban los primos y los tíos. La perrera no se atrevió a pedir una patrulla. López indagaba con los guardias de las escuelas cercanas. Le dije que sabía donde vivía el presunto y fuimos al domicilio.  

El padre de El Suave, según se rumora en el fraccionamiento donde vive, tiene vínculos con la delincuencia organizada, lo cual explica que de común, el ahora prófugo, portará como si nada, el tubo en su nave, y que las diligencias del MP se ausenten del mínimo sentido de la lógica más rudimentaria. Pero eso ahora es lo de menos, como el que se rumore que a estas alturas, el fugitivo -el que se echó de reversa, bajó a su copiloto a levantar un faro que te hirió de muerte, subió a los que pudo y dijo vámonos que ya valió verga-, ahora se encuentre en Maiami o en Acapulco en Punta Diamante.

En este momento y hasta el fin de los tiempos, tu espíritu ha ascendido a la Gloria del Padre. Recuerdo el aroma a flores al subir las escaleras, ese perfume penetrante como incienso, el brillo que se esparcía por la habitación como estrella liviana al día tres del novenario. Ahora veo el amanecer y veo tu rostro. Siento la brisa del aire y se que son tus brazos los que me abrazan, hermano, compañero de Dios.  

Sé que pedir en este país que a ninguna familia la abrace una tragedia como ésta, que a nosotros nos sacudió, es como pedir un milagro. En México, hasta ahora, matan a los hijos de los gobernadores, a los políticos, a los empresarios, a los lugartenientes, a los policías y a los sicarios. Las elecciones para designar el cargo del Señor Presidente, son calificadas antes de saber si fueron financiadas por el crimen organizado; se presentan con legitimidad dudosa los cuerpos de narcotraficantes abatidos. La costumbre es vivir de la aspiración material y de la venganza, por eso es necesario, poner un alto. 

Pienso en el beso de Sicilia y en la muerte de su hijo. Familia por Familia, fue el mensaje que le dejaron los zetas a Moreira. Para Sicilia, al igual que Ghandi, las cosas son más claras: ojo por ojo, el mundo quedará ciego. Si alguna justicia contempló ahora como verdadera, es la Divina. La Justicia no existe sin el perdón, el perdón no ha de ser sino por lo Justo.

Antes de levantar tu Cruz, me habla un extorsionador en búsqueda de un padre preocupado por su hijo. Al enterrar tu cuerpo, mi papá te pidió perdón por no haber estado presente en tu desarrollo; ahora tú, hermano eterno, nos dejas tu recuerdo de arrojo y tu gusto por la fiesta. En el trabajo, al cubrir La Fuente, el Secretario de Educación, Córdova Villalobos, expresa:

"Vivir desgraciadamente muy de cerca experiencias como la pérdida de un ser querido, de un joven en plenitud, a consecuencia de un accidente automovilístico; lo cual es la primera causa de muerte entre la población de 15 a 35 años, generalmente relacionada con el abuso del alcohol”. Todo lo impregnas tú, muerte querida, todo lo llenas. Donde camino, Dios, está tu nombre y el recuerdo de aquel joven que me diste la oportunidad de ver ascender. 

Tu alma está tranquila Ángel de mi vida. Una parte mía descansa ahora en la magnífica gloria del universo. Si hemos de construir un mundo mejor, ha de ser tomando el ejemplo de tu valor, ahora para construir la armonía. Superar a las autoridades y a los padres con su negligencia empedernida, así como a las juventudes autodestructivas.

Calentamos el planeta y se desatan guerras donde la gente muere por cosas que no valen la pena, al mismo tiempo dejamos la oportunidad de convivir alegres como hijos de la Creación y nos embarcamos en la ilusión del hombre sobre el hombre. Eso ahora tú lo sabes, desconocemos que estamos a merced la voluntad creadora.

Por eso, ahora, confieso que he perdonado. Acepto la voluntad Divina. La Paz, es la única forma de tener el mundo en nuestras manos. Si polvo fuimos, poesía hemos de ser. León de la eternidad, levanta a los caídos, sé consuelo del dolor exabrupto, da valor a quienes no se quieren defender, mitiga los accidentes, primavera del mundo que está por florecer. Con Paz, Fenix, el fuego nuevo vuelve a renacer. 

A la memoria de mi hermano Alan que en Paz descansa.

[[Evadir lo Justo]] 

domingo, septiembre 09, 2012

La naturaleza del verso



hay cosas que sin ver conozco 
y sin conocer he visto 

hacia arriba crece mi sangre 
con determinación
se dibuja el horizonte 

la multiplicidad de formas 
abren el espacio
para la diversidad de infinitos  

multiversos 

qué hace un poeta en la época 
de la teoría cuántica que marca 
el fin de la metáfora
pues se ha demostrado 
todo tiene vida
andamos entre venas 
reverbera en el aire la señal del teléfono 
nos hemos habituado a la nube 
escuchamos la espalda de la noche
sobre los ojos de la luna 
el ombligo de la primavera 
en la montaña amanecida 
revela el agotamiento 
de una tierra que tiembla
con cada gota la lluvia ratifica 
la dimensión de la vida 
no son los relámpagos 
heraldos de la tormenta 
preludio del día claro como tus ojos profundos 
observándome con una sonrisa nativa de venus 
deseosa de mi sangre palpitando sobre tu pecho


@Bioek

domingo, abril 22, 2012

La visión del Guerrero #2012

Carlos Castaneda: literatura de viaje y de ensueño (III)



El poder es un sentimiento. Lo que nos presenta aquí Castaneda, es una forma novedosa de concebir a los poetas y a la poesía. ¿Qué es eterno sino la eternidad misma?, y Gorostiza, un guerrero que plantea ese deseo vehemente, esa sed de lo perenne, pese a que nuestra carne sea finita y se gaste como hoguera encendida, este y no otro, es el constante anhelo, el misterioso viaje hacia la luz.
Es el momento en el que la percepción del hombre alcanza sus límites. Los brujos practican el arte de enviar precursores, exploradores de vanguardia, a que sondeen nuestros límites perceptuales; ésta es otra de la razón por la que me gustan los poemas. Los considero exploradores. Pero como ya te dije, los poetas no saben con tanta exactitud como los brujos lo que estos exploradores de vanguardia pueden lograr.[1] 
Lo máximo contiene a lo mínimo, acaso ¿lo finito no pertenece a lo infinito? Es hegeliano, dialéctico, sondear la inmensidad para alcanzar el entendimiento, como diría don Juan, el pensamiento da un salto mortal a lo indecible, es decir, se sacude a la razón y se expande la belleza. La poesía se convierte entonces, en  la nave que nos conduce hacia lo inefable. Pues, como se expresa en el Don del Águila: “Una de las tareas del guerrero es perder la forma humana, y uno de los  mecanismos para perder la forma humana es, abandonar el lastre de la razón y el de la importancia personal”.[2] Uno de los puntos medulares del sistema de enseñanzas de don Juan es, romper el espejo de la imagen de sí, ya que, según se dice, el hombre contemporáneo gasta demasiada energía en conservar dicha imagen. “Si se restringe la importancia personal, la energía que naturalmente se  requiere y emplea, queda libre. Y finalmente, esa energía que queda libre y no es malgastada, es la que llama al intento y sirve como un trampolín automático que, lanza al punto de encaje, instantáneamente y sin premeditación, a un viaje inconcebible”.[3] 
Momentos adelante, para aclarar el término “el puro entendimiento” don Juan toma como ejemplo una de las historias de las fechas memorables, pues, los indios yaquis poseen una colección oral de eventos históricos que llaman fechas memorables. Al respecto, toman la historia de Calixto Muni, un indio yaqui que sale de su tierra con el fin de aprender estrategias de guerra para combatir contra la ocupación española. De  regreso a Sonora, Calixto Muni, se levanta en armas y declara la guerra de independencia contra los españoles, tan sólo para ser capturado y ejecutado; sin embargo, don Juan le dice a Castaneda que, cuando un brujo narra la historia y cambia el final:
lo hace bajo los auspicios del espíritu. Como puede y sabe manejar su conexión con el intento, puede manejar también el puro entendimiento y cambiar las cosas… Debido a que su puro entendimiento es un explorador de vanguardia que sondea aquella inmensidad, el brujo narrador sabe que sin lugar a dudas que, en algún lugar, de alguna majera, ahí en ese infinito, en este mismo momento, ha descendido el espíritu. El pensamiento ha dado un salto mortal a lo inconcebible y Calixto Muni es el victorioso y ha liberado a su pueblo. Su lucha ha trascendido lo personal. Y remató: ¡Quien eres tú y tú pinche racionalidad para poner cadenas al pensamiento![4] 
“Las obras de arte, lo mismo que los datos religiosos, tienen una forma de ser que les es propia; existen en su propio plano de referencia, en su universo particular. El hecho de que este universo no sea el universo físico de la experiencia inmediata no implica su no realidad”.[5] Sapere aude. Atrevámonos a conocer y reflexionemos los principios kantianos según las enseñanzas de don Juan. ¿Qué puedo conocer? El misterio, el asombro, lo indecible que ésta ya, en el conocimiento silencioso de cada hombre, vinculado íntimamente -de forma ancestral- con lo abstracto, con lo absoluto.
De esta forma: ¿Qué debo hacer? Edificar la impecabilidad a través de has disposiciones básicas del acecho: no tener compasión, ser astuto, tener paciencia, y ser simpático. Además de las cuatro disposiciones, el acecho tiene 7 principios, los cuales son: 1) los guerreros eligen su campo de batalla, 2) eliminan todo lo innecesario, 3) están dispuestos para entrar en su última batalla, al momento y en cualquier lugar. 4) descansan, se olvidan de sí mismos, no tienen miedo de nada, sólo entonces los poderes que los guían les abren el camino y los auxilian, 5) cuando se enfrentan a una fuerza superior con la que no pueden lidiar, los guerreros se retiran por un momento. 6) Dejan que sus pensamientos corran libremente y se ocupan de otra cosa. 7) los guerreros comprimen el tiempo, todo cuenta, aunque sea un segundo. Todo lo anterior, se resume a una sola palabra: impecabilidad.   
La impecabilidad, como ya te lo he dicho antes, no es moralidad… la impecabilidad es, simplemente, el mejor uso de nuestro nivel de energía. Naturalmente requiere frugalidad, previsión, simplicidad, inocencia y, por sobre todas las cosas, requiere la ausencia de la imagen de sí. Todo esto parece el manual de una vida monástica, pero no es así. [6] 
Recordemos que para la ética kantiana, sólo es buena una voluntad que actúa por respeto al deber, eso, es impecabilidad. Ahora bien, con base a lo anterior; ¿Qué me es permitido esperar? Para don Juan, lo primordial es, no esperar nada. Pues, se dice, un invencible pesimismo domina al guerrero en cierto punto de su camino. Además, se insiste en que “todos deben resignarse a vivir impecablemente, sin esperanzas de encontrar la libertad”. Para el nagual, ésta, es la verdadera clave.
Como se ve, lo que se pretende es la virtud, consolidar aquellos hábitos que nos dan la fuerza, pues, el obtener fuerza como el rebuscar energía, son parte tácita del camino del guerrero en busca de ser, un hombre de conocimiento. En este sentido, la literatura, nos abre una puerta al mundo de las ideas. La saga, Las enseñanzas de don Juan, nos deja ver como la cosmovisión de los indios de nuestro país, es una visión tan sofisticada  y profunda como la de los pensadores más connotados. Es por ello que, no podemos menoscabar la homologación entre literatura y filosofía con el acto de la brujería misma, entendida, por lo menos, como se postula, en Las enseñanzas de don Juan. 


[1] Ibídem, P. 167. Ed. Booket
[2] Carlos Castaneda. El don del Águila, P. 120. Ed. Booket
[3]<+span> Carlos Castaneda. El conocimiento silencioso, P. 228. Ed. Booket
[4] Ibídem, p.171. Ed. Booket
[5] Mircea Eliade, La búsqueda, p.19, Ed. Kairós
[6] Carlos Castaneda. ElXnconocimiento silencioso, p. 340. Ed. Booket


paraopinar@yahoo.com

miércoles, febrero 15, 2012

La visión del Guerrero #2012

Carlos Castaneda: literatura de viaje y de ensueño (II)
[[[Ilustración: Ángel]]]

"Quiero que la literatura sea una cabal explicitación,

por mi parte, no distingo entre mi vida y mis letras.

¿No dijo Goethe: Todas mis obras son fragmentos de una confesión general?”

A.Reyes


El brujo está consciente de que ya está muerto. ¿Una idea atroz? Nada más imperfecto. Si recordamos el excelente relato de Alfonso Reyes, El vendedor de la felicidad, vemos como este “embaucador”, invita a darse por muerto y abandonarse; por cinco centavos, recomienda el suicidio, un suicidio filosófico. ”En cuanto logre posesionarse de éste estado de ánimo, todas las cosas que le afectan pasarán a la categoría de ilusiones intrascendentales, y usted deseará continuar sus experiencias de la vida por una mera curiosidad intelectual, seguro de que está liberación lo espera” (Reyes, 1943). Darnos por muertos, nos hace, caminar con desapego; todos nuestros pasos dejan una huella, y la huella que dibuja el guerrero, ha de ser una huella impecable.

La impecabilidad, al ser lo único que defiende un guerrero, es lo único que lo define. Y al saber que no se tiene tiempo, con gratitud, se pueden abandonar todas nuestras exigencias personales. De este modo, Al principio del aprendizaje de C. Castaneda, a manera de enseñanza, don Juan expresa: Tú y yo no somos iguales, “Yo soy un cazador y un guerrero y tú eres un cabrón”. Aquí, la impecabilidad, es la diferencia.

Cada uno de nuestros actos tiene eco en lo insólito, la huella es la esencia del tránsito, de tal modo que: “El misterio de ser no tiene fin. Uno es igual a todo”, se dice en el Don del Águila. “Yo y los múltiples fenómenos de la naturaleza son lo mismo”, se asegura en el Tao. La diferencia está en el poder interpretativo.

Para don Juan, pues, la realidad de nuestra vida cotidiana consiste en un fluir interminable de interpretaciones perceptuales que nosotros, como individuos que comparten una membrecía específica, hemos aprendido a realizar en común” (Castaneda 1973). La percepción es como una bisagra de todo lo que el hombre es y hace; además para C. Castaneda, la percepción está regida por lo que denomina: "punto de encaje". Punto de encaje: lugar donde encaja nuestra percepción, en la medida que adopta nuestra bisagra, es la forma en la cual intentamos ver el mundo, dado que hemos sido educados de un modo determinado.

Para ti el mundo es extraño porque cuando no estas aburrido, estas enemistado con él – le dice don Juan a Castaneda-. Para mí el mundo es extraño porque es estupendo, pavoroso, misterioso, impenetrable; mi interés ha sido convencerte de hacerte responsable por estar aquí –a lo que Castaneda responde- Aburrirse con el mundo o enemistarse con él, es la condición humana. Pues cámbiala” (Castaneda, 1981) contesta seco don Juan, y agrega:

"Un día, descubrí que si quería ser un cazador digno de respetarme a mí mismo, tenía que cambiar mi forma de vivir. Me gustaba lamenparme y llorar mucho. Tenía buenas razones para sentirme víctima. Soy indio y a los indios los tratan como a perros. Nada podía yo hacer para remediarlo, de modo que sólo me quedaba mi dolor. Pero entonces mi buena suerte me salvo y alguien me enseñó a cazar. Y me di cuenta que la forma como vivía no valía la pena de vivirse… así que la cambie". (Castaneda, 1973).

Todo se transforma. Don Juan, rebasa el concepto del indio como víctima de las circunstancias debido a su realidad histórica, para dotarlo de la impecabilidad del ser, un ser impregnado de inmensidad y de misterio. De esta forma, se convierte como diría Paz, en el prólogo a las Enseñanzas de don Juan, en el “vencido indomable”. El cambio, se decía, es para hacerse accesible al poder; y dos de los métodos para lograrlo, son: conquistar el arte del acecho y el arte del ensueño. Comencemos por el primero.

El acecho o desatino controlado, consta de cuatro disposiciones : 1) el no tener compasión, 2) el ser astuto, 3) el tener paciencia, y 4) el ser simpático.

El guerrero acecha sin compasión, en primera instancia, a sí mismo. Para realizarlo debe abandonarse a su destino y perder toda importancia personal: “Ahora nos importa perder la arrogancia. Mientras te sientas lo más importante del mundo, no puedes apreciar en verdad el mundo que te rodea, eres como un caballo con anteojeras: nada más te ves tú mismo, ajeno a todo lo demás” (Castaneda, 1973).

El guerrero, abandona su vida, y se entrega a la impecabilidad, tal como lo aclara don Juan:

"El acecho es el arte de usar la conducta de un modo original con propósitos específicos, dijo que la conducta normal, en el mundo cotidiano!2C es rutinaria. Cualquier conducta que rompe con la rutina causa un efecto desacostumbrado en nuestro ser total. Ese efecto desacostumbrado es el que buscan los brujos, porque es acumulativo. Y su acumulación es lo que hace de un brujo un acechador... El verdadero desafío para los brujos videntes –continúo don Juan- fue encontrar un sistema de conducta que no fuera trivial ni caprichoso, y que fuera capaz de combinar la moralidad y el sentido de la belleza que distinguen a los brujos videnpes de los simples hechiceros. Y ese sistema se llama el arte del acecho" (Castaneda, 1987).

Del mismo modo, la poesía -al interior de la saga- está presente en momentos clave, se encuentran poemas de Juan Ramón Jiménez y de José Gorostiza. Don Juan, asegura que sin saberlo, los poetas merodean el intento y anhelan el camino de los brujos, pero como lo hacen de manera intuitiva y no deliberada, no llegan a un contacto pleno; sin embargo, la poesía, es capaz de captar sentimientos, y el poder, como el conocimiento, son sentimiento.

Si tomamos como ejemplo lo que Alfonso Reyes menciona como las características principales de Goethe, encontraremos más de una coincidencia, pues según Reyes, el temperamento deh poeta tiene principalmente tres características: “1) sentido de la belleza, 2) Sentimiento de la dignidad personal, 3) imaginación poética; y, posteriormente: a) gusto por la enseñanza, b) instinto moral-religioso, y c) afición a contemplarse a sí y a su mundo”. (Reyes, 1956). Haciendo un paralelismo, podríamos encontrar que el autor de Fausto, era un acechador nato.

(Don Juan) Dijo que nosotros como hombres comunes y corrientes, no sabemos que algo real y funcional, nuestro vínculo con el intento, es lo que nos produce nuestra preocupación ancestral acerca de nuestro destino. Aseguro que, durante nuestra vida activa, nunca tenemos la oportunidad de ir más allá del nivel de la mera preocupación, ya que desde tiempos inmemoriales, el arrullo de la vida cotidiana nos adormece. No es sino hasta el estar al borde de la muerte que nuestra preocupación ancestral acerca de nuestro destino cambia de cariz. Comienza a presionarnos para que veamos a través de la niebla de la vida diaria […] a esa altura, todo lo que nos queda es una angustia indefinida y penetrante; un anhelo de algo incomprensible; y una rabia comprensible por haber perdido todo […] me gustan los poemas por muchas razones –dijo- Una de ellas es porque captan esa preocupación ancestral y pueden explicarla (Castaneda, 1987).

En el mundo de don Juan, a la muerte -más que temerle- se le toma como la mejor de las consejaras, de tal suerte que no hay decisiones pequeñas ni grandes, todo son decisiones de cara a nuestra muerte: “la idea de la muerte es lo único que templa nuestro espíritu”, asegura don Juan (Castaneda, 1971).

El paralelismo bíblico es evidente, no somos más ni menos que cualquier otro ser viviente, el viento nos es común, la muerte nos iguala.

Todos caminan hacia una misma meta;

Todos han salido del polvo

Y todos vuelven al polvo.

(Eclesiastés 3-20)

Resulta lógico que, un fragmento de Muerte sin fin, del tabasqueño José Gorostiza, en la saga, se encuentre presente:

este morir incesante,

tenaz, esta muerte viva,

¡oh Dios! que te está matando

en tus hechuras estrictas,

en las rosas y en las piedras,

en las estrellas ariscas

y en la carne que se gasta

como una hoguera encendida,

por el canto, por el sueño,

por el color de la vista.

que acaso te han muerto allá,

siglos de edades arriba,

sin advertirlo nosotros,

migajas, borra, cenizas

de ti, que sigues presente

como una estrella mentida

por su sola luz, por una

luz sin estrella, vacía,

que llega al mundo escondiendo

su catástrofe infinita.

(Gorostiza, 1939)


Al oír el poema –dijo don Juan una vez que hube terminado de leer-, siento que ese hombre está viendo la esencia de las cosas y yo veo con él. No me interesa de qué trata el poema. Sólo me interesan los sentimientos que el anhelo del poeta me brinda. Siento su anhelo y lo tomo prestado y tomo prestada la belleza. Y me maravillo ante el hecho de que el poeta, como un verdadero guerrero, la derroche en la que los reciben!2C en los que la aprecian, reteniendo para sí, tan sólo su anhelo. Esa sacudida, ese impacto de la belleza, es el acecho (Castaneda, 1987).

El poder es un sentimiento.

(Continúa...)

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