jueves, septiembre 15, 2011

Para pegar el grito




"La sangre derramada clama venganza"

Y la venganza no puede engendrar sino más sangre derramada
JEP Poema de fin de siglo.


Podemos festejar el reunirnos con la familia, celebrar lo bien que nos quedó el pozole, lo sabroso del tequila y el mezcal, el encontrarse con los amigos que por cuestiones laborales uno no puede frecuentar, podemos contentarnos por lo bonita que está nuestra bandera, pero celebrar nuestro valor nacional e hincharnos de orgullo en este corte histórico del país, me resulta, al menos a mí y a mi criterio de 'chicharito' - desde el punto de vista de la transmigración necesaria- , lamentable.

¿Qué estamos haciendo?

Patria son tus besos, dijera el poeta, nativo de tu tacto. En fin.

Más de doscientos años han pasado desde aquella madrugada del 15 de septiembre donde el cura Hidalgo, convocaba a la sublevación indígena; no hay que perder de pista que -por aquel entonces- la mayoría de los habitantes mexicanos todavía eran nativos de alguno de los pueblos originarios que aún sobreviven en nuestro gran país; y que hoy son una minoría -por decir lo menos- marginada.

Se fuga nuestro petróleo, la educación que reciben nuestros jóvenes está literalmente, reprobada. Aún así, las cosas parecen estar bien, al menos para nuestros gobernantes. No pasa nada. Se puede festejar en paz. Y es normal, siendo una economía francamente periférica, seguimos educándonos para la misma cantaleta del siglo pasado: "la mano de obra barata".

El gobierno federal deja tanto que desear que organismos como el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), cobran una relevancia fundamental en el desarrollo de las administraciones.

¡Hay que cuidarles las manos!

Resulta que quienes están encargados de brindar a los mexicanos seguridad, roban. Y roban con desempacho, a plena luz del día y de manera holgada, sino véase, ¿cuánto le cuesta a la Secretaría de Seguridad Pública adquirir una pluma o una memoria USB?

Vamos, en este sexenio, ni para festejarnos a nosotros mismos. La Estela de Luz. Lámpara de buró de nuestra ciudad (bueno, ¿en unos años más?, porque por ahora todavía es un hoyo que se está cimentando para intentar que no su hunda más), es en un 65 por ciento, un proyecto que se construye con material extranjero.

Es esencial el tema. Hablamos de la libertad. Condición intrínseca al hombre, valor fundador de su especie. Igualdad, libertad y fraternidad, son valores que van más allá de la retórica proselitista de cualquier candidato que pretenda abanderarse con estos fundamentos.

Reconozcámoslo sin tapujos, México como la mayoría de los países pares (Brasil, Chile, Argentina, etc.) son co-dependientes de los organismos extranjeros, llámese OCDE, FMI, FIFA, ONU o BM.

Son estos organismos los que tienen la batuta y buscan sincronizar la orquesta para que las naciones toquen la "sinfonía" del capital sin tacha.

"El grueso de los mexicanos no pertenecen a la clase política ni empresarial", señala el colectivo Anonimus. Bien, observación plena.

Si queremos encontrar un responsable (un culpable dice Anonimus, el nombre es un Gol), es suficiente con observar el espejo. "Los derechos humanos no tienen poder en medio de la guerra".

Hablamos de eso, de una guerra, pero desde hace tiempo, y no con el narcotráfico, sino con la integración conciente de lo que llamamos ¿progreso, prosperidad?

¿Hacia dónde vamos?

Hacia repetir nuestros errores cada vez más porque nos estamos reproduciendo tenazmente.

Se han dado cuenta, hasta aquí, todos los señalamientos que se han planteado, han dejado al margen la situación más grave y lamentable que vive el país. La inseguridad.

Hace unos meses se señalaba que la administración de Calderón, estaba siendo un gobierno Nini. Ni brinda seguridad, ni brinda educación. Por divertimento, pueden dar lectura a esto: Suspenden crimen por ENLACE.

Los templarios, la mano con ojos, el ponchis, todos esos fenómenos ¿qué son? sino el reflejo retrogrado de lo que llamamos: país en vías de desarrollo.

Somos distribuidores, con hebillas grandes como las de Fox (Véase el papel enorme que hace Damián Alcazar en aclamada película mexicana), utilizamos la violencia como acicate inseparable de la corrupción, la ley del más fuerte.

Se toma la voracidad como vanguardia de gobernanza.

Los que difunden el miedo y el terror, recurren a los mecanismos medievales para amenazar y desmoralizar al contrincante. A partir de aquí, léase con cuidado.

La impunidad, "la impunidad es lo que daña a este país", dice el que usurpó la presidencia y desde la impunidad gobierna para que hoy con empeño pueda gritar:

¡Viva México!
(aunque lo gobierne...)
"Criptogramas
de un pueblo remotísimo
que busca
la escritura en tinieblas".

Y tantas cosas más Pacheco.
Sin prisa
Dueño de lo efímero.



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