El progreso y el avance científico que existe en el mundo ¿es
para aplaudir la obra de nuestras manos?, el ingenio que tenemos, lo
evolucionados y lo avanzados que estamos, por lo menos con respecto a “nosotros
mismos” hace algunos años ¿nos debe dar orgullo?, o bien es hora de revisar la
historia del Rey Pirro, y declarar que si seguimos “progresando” como vamos,
más temprano que tarde nos devastamos.
En la sierra madre de Guerrero, en la de Oaxaca, en
Michoacán, en Chiapas, campea el hambre, la violencia, mientras con un tercio
de la población, “los urbanos” que usufructuamos el estilo de vida del
norteamericano promedio, sabemos, creamos una huella ambiental; una de las
razones por las cuales, a nuestro paisano, se le inunda la casa, se le derrumba
el techo. ¿Complicado, cierto?
No a todos se les puede ofrecer aire acondicionado. En
Campeche, una madre de familia le reclamaba a un funcionario del gobierno del
estado, ustedes no se quitan el pan de la boca para dárselos a sus hijos, ustedes
no salen de su aire acondicionado. Más aún, lo que hay que decirle a esa madre
de familia es que, si la totalidad de la población viviera, ya no como el
funcionario al que increpa; sino como el más promedio de sus subordinados, serían
necesarios, tres planetas; es decir, si estos niveles de consumo, se expanden
al resto de la población, nos devastamos.
Quien descubrió los “hoyos” en la capa de ozono, el Dr.
Molina, es claro, resulta más económico atacar los problemas
medioambientales producto del cambio climático, que atender las emergencias
en las entidades afectadas por los fenómenos meteorológicos, consecuencia, como
se advierte, de esa huella ambiental que tanto nos enorgullece, portamos marca,
andamos lustrados .
La escuela o el centro escolar como institución social
determina la conservación del Status Quo
o permite su movimiento, por ello en un
sentido más amplio, la
escuela es el mundo pues devenimos de una construcción social, se decía
hace poco en el Hispano, Frente a Santo Domingo, en el antiguo Convento Verbo
encarnado, en la SEP: las decisiones que toman las autoridades escolares,
afectan a la sociedad. Cierto, importante, estar
atentos.
Así, cuando recuerdo la mítica frase guevarista de “Patria o
muerte”, considero que en esta nueva hora del planeta, hemos de dar la batalla
para preparar un mundo sin fronteras, como lo expresaba en la Naciones Unidas,
hace unas semanas el presidente de Uruguay, José
Mujica, esto por un simple instinto de supervivencia, a partir de nuestro
tierno nacimiento a este momento de mente colectiva.
La
felicidad es capitalista, dice una amiga, en tanto que las personas aspiran
a encontrarla en el consumo de bienes o en el acumulamiento de lo mismo.
Sarcástica la frase, ella, después explica como la entrega a los demás, el
darse a los demás, el ser para los demás, en una actitud de bondad, amor y
servicio, pudiera ser el ancla de salvación de la debacle humana, estos valores
son cristianos, religiosos, espirituales, sobre los cuales, por coincidente que
parezca, habrán de retomarse para la salvación de los hombres, aunque luego los
amantes del capital digan, no lo que pasa es que los religiosos quieren ver a
todos pobres e ignorantes, “lo importante es aspirar a nuestro sistema de
portafolios, carros, y corbatas”; no hay arma más fuerte contra el capitalismo
que representa la violencia y la guerra, sabemos, por ejemplo, que cada minuto,
¡cada minuto!, se gastan 2 millones de dólares en el mundo, con propósitos
militares; ¿si nos amamos por qué vamos a pelearnos? En esta era de mente
colectiva abriremos la puerta al gobierno del amor, la luz, y la paz ¿o por el
contrario, como lo han demostrado experimentos como los de Marina
Abramovic, el ser humano en esta época, tiene un humor naturalmente
violento?
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